El
perdón es uno de los valores más difíciles de llevar a la realidad, es la acción por la que aceptamos
las disculpas del otro si consideramos haber sufrido una ofensa, o sin es lo contrario ofrecemos
nuestras disculpas, el perdón es una decisión personal que requiere valor y
mucho esfuerzo, pues va en contra de los sentimientos de enojo y venganza que
experimentamos cuando alguien nos lastima.
Se puede perdonar, entre
otras cosas, una ofensa, una pena, una deuda o cualquier otro daño que nos
hayan causado, el perdón puede servir al ofensor para liberarse de la culpa y,
por otro lado, para que el ofendido se libere de sentimientos de rencor, se
suele valorar el hecho de saber perdonar, aunque también el saber
pedir perdón, porque implica de algún modo, reconocer la culpa y el daño
cometido a la otra persona.
Es interesante como las
personas desean el perdón cuando sus acciones son malsonantes o dañan, pero no
saben perdonar. Dejar ir, comprender que muchas acciones tienen una razón, no
siempre son válidas, no siempre son justificaciones a la hora de pedir el perdón.