La Biblia (del latín tardío biblĭa, y éste del griego βιβλία [biblía]; literalmente ‘libros’) es un conjunto de libros canónicos que en el cristianismo y en otras religiones se consideran producto de inspiración divina y un reflejo o registro de la relación entre Dios y la humanidad. La Biblia está organizada por dos partes principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, que se enfoca en Jesucristo y el cristianismo primitivo.
Se estima que a lo largo de los siglos se han producido alrededor de cinco mil millones de copias de la Biblia en todas sus variedades (aunque algunos las cifran en muchas más), la mayoría en las últimas décadas (tres mil novecientos millones entre los años 1960 y 2013), lo que la convierte en el libro más distribuido y vendido de la historia, siendo frecuentemente reconocido como el libro más influyente de todos los tiempos.Se atribuye el gran éxito de su distribución en los últimos
tiempos a la imprenta, habiendo sido el primer libro realizado por medio de la
impresión con tipos móviles (la conocida como Biblia de Gutenberg). En mayo de
2000, se afirmó que «la Biblia ha hecho más para dar forma a la literatura, la
cultura y el entretenimiento, que ningún otro libro que se haya escrito. Su
influencia en la historia mundial no tiene equiparable, y no tiene síntomas de
estar menguando». Cada año se venden unos cien millones de ejemplares de la
Biblia, habiendo sido traducida a 438 idiomas en su totalidad (Antiguo
Testamento, Nuevo Testamento y textos adicionales), y de forma parcial al menos
a 2454 idiomas.
Etimología
La palabra Biblia procede, a través del latín biblĭa, de la
expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’),
acuñada por primera vez en el deuterocanónico 1 Macabeos 12:9, donde βιβλία es
el plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’).
Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos
(Βύβλος, Býblos), importante mercado de papiros de la antigüedad.
No obstante, ya que Biblos solamente con dificultad podría
ser un préstamo del nombre original de dicha ciudad en fenicio, Gubla, existe
la posibilidad de que fuera la ciudad la que recibiera su nombre griego a
partir del término que designaba a la planta de papiro, y no al revés.
Antiguo testamento y nuevo testamento
El canon del Antiguo Testamento cristiano entró en uso en la
Septuaginta griega, traducciones y libros originales, y sus diferentes listas
de los textos. Además de la Septuaginta, el cristianismo posteriormente añadió
diversos escritos que se convertirían en el Nuevo Testamento. Poco diferentes
listas de las obras aceptadas siguieron desarrollando en la antigüedad. En el
siglo iv, varios sínodos fueron elaborando listas de escritos sagrados que
fijaban un canon del Antiguo Testamento de entre 46 y 54 distintos documentos y
un canon del Nuevo Testamento de 20 a 27, siendo este último el utilizado hasta
el día de hoy; el cual fue definido finalmente en el Concilio de Hipona en el
año 393. Hacia el año 400, Jerónimo había escrito una edición definitiva de la
Biblia en latín (véase la Vulgata), el Canon de la cual, debido en parte a la
insistencia del papa Dámaso, fue hecho coincidir con decisiones de varios de
los Sínodos reunidos con anterioridad. Con el beneficio de la retrospectiva se
puede decir que estos procesos establecieron de manera eficaz el canon del
Nuevo Testamento, aunque hay otros ejemplos de listas canónicas en uso después
de este tiempo. Sin embargo, esta lista definitiva de 27 libros no fue cerrada
por ningún Concilio ecuménico sino hasta el Concilio de Trento (1545-63).
Durante la Reforma protestante, algunos reformadores
canónicos propusieron diferentes listas de las que se encuentran actualmente en
uso en la Iglesia de San Pedro en Roma. Aunque no sin debate, la lista de los
libros del Nuevo Testamento vendría a seguir siendo la misma, sin embargo, en
el Antiguo Testamento algunos textos presentes en la Septuaginta fueron eliminados
de la mayoría de los cánones protestantes. Por lo tanto, en un contexto
católico, estos textos se denominan libros deuterocanónicos, mientras que, en
el contexto protestante, en el que se les llama libros apócrifos, la etiqueta
se aplica a todos los textos excluidos del canon bíblico que estaban en la
Septuaginta. Cabe señalar también, que tanto católicos como protestantes
describen algunos otros libros, como el Libro de los hechos de Pedro, como
apócrifos.
Por lo tanto, el Antiguo Testamento protestante de hoy tiene
39 libros —el número varía del número de los libros en el Tanaj (aunque no en
contenido) a causa de un método diferente de la división—. También varía el
orden y el nombre de los libros, mientras que la Iglesia católica reconoce a 46
libros como parte del Antiguo Testamento canónico. El libro de Enoc es aceptado
en el canon del Antiguo Testamento solo por la Iglesia ortodoxa de Etiopía. El
término «Escrituras hebreas» es solo sinónimo del Antiguo Testamento
protestante (no católico) que contiene las Escrituras hebreas y textos
adicionales. En cuanto al canon del Nuevo Testamento, son 27 libros en el canon
de la Iglesia católica, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma.
La Iglesia siria acepta en la actualidad los 27 libros en su canon. Libros como
el Primer libro de Clemente y el Segundo libro de Clemente, el Libro de la
Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran
canonizados por algunas iglesias ortodoxas orientales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario